Thursday, January 31, 2013

Los Chaneques y la "Criptoantropología"


[Instalación Número 4 en la serie de textos, "En Busca de los Chaneques"]



“Yo iba caminando por la orilla del arroyo un día en el que hacía mucho calor. De repente oí un ruido extraño. Alcancé a escuchar dos raras voces que hablaban en una lengua desconocida. Me acerqué más al arroyo y pude ver que, ahí al lado del agua entre las hierbas y plantas, había dos chaneques acostados sobre las piedras, soleándose. Estaban hablando en su idioma—yo no les entendía, pues no estaban hablando en la lengua amuzga de nuestro pueblo ni estaban hablando español. Era una lengua extraña.
Me acerqué más y pude ver que se trataba de una chaneca hembra y un chaneque varón. El chaneque oyó mis pasos, dejó de hablar y me miró. A mí me dio muchísimo miedo, y me fui corriendo para mi casa.”
-Relato de un encuentro con chaneques, de la Costa Chica de Oaxaca

[Hasta los años 1960, los indígenas barí (motilone) eran personas leyendarias—no se había comprobado su existencia.]

Por muchos años, se hablaba de la existencia de una tribu de indígenas que supuestamente vivían en algunas regiones selváticas de Venezuela y Colombia. Se les denominaba los “motilones”, pero en realidad nadie sabía cómo se autodenominaban, pues nadie había establecido contacto con los motilones. Muchos decían que, efectivamente, no existían los motilones—que se trataba de puros cuentos y leyendas.

Los “motilones” dejaron de ser personas teóricas o leyendarias en los años 1960, cuando por fin un misionero extranjero incurrió en su territorio y llegó a vivir con ellos. 



Monday, January 14, 2013

Chaneques de Carne y Hueso


[Instalación Número 3 en la serie de textos, "En Busca de los Chaneques"]


[Imagen de la escuela primaria Macedonio Alcalá]

"Antes había un dormitorio en la escuela “Macedonio Alcalá” donde dormían algunos de los alumnos entresemana. El edificio que anteriormente era el dormitorio actualmente se utiliza como salón de clases.

Hace varios años los niños estaban dormidos en el dormitorio cuando los despertó un extraño ruido. Se asomaron y vieron a varios seres pequeños. Los chaneques se habían metido al dormitorio por la ventana y estaban haciendo travesuras—rompieron las ropas de los alumnos, tiraron sus cosas al piso. A los niños les dio muchísimo miedo.

Dicen los pequeños testigos que vieron como los chaneques se salieron por la ventana—el último en salir del dormitorio tuvo problemas para escaparse, pues su zapato se atoró con la ventana. Finalmente al chaneque se le cayó el zapato; se fue sin su zapato. Uno de los niños—no recuerdo quién—agarró el zapato y se lo llevó consigo.

Yo vi el zapato—era una chulada. Estaba chiquito, con un tamaño como de unos 15 centímetros. Estaba bonito, con una forma curiosita y hecho de un material desconocido. No era claro si estaba hecho de cuero, o de barro, o de qué material lo habían fabricado. Brillaba cuando lo pegaba la luz."
-Suceso verídico de una comunidad indígena de la región de La Cañada, Estado de Oaxaca



El señor que me contó la historia arriba citada afirma haber visto el zapato que el chaneque dejó en la escuela tras escaparse por la ventana. Y por si fuera poco, su sobrina afirma que estuvo ahí en el dormitorio cuando pasó. Tenía unos ocho años en aquel entonces; me afirma que vio claramente como los chaneques se metieron a la habitación, que ella pudo ver los rasgos de sus caras, sus manos diminutas, sus ojos maléficos. Ella pudo oír el ruido de sus pequeños pies al treparse por la pared, vio como se cayó el zapato del chaneque cuando se le atoró con la ventana.

Y fue ella quien recogió el zapato y se lo entregó a su tío.